Hombres y mujeres peleamos constantemente, sobretodo cuando somos pareja. A veces parece que hablaramos dos lenguajes distintos, nos desesperamos, él no nos entiende, nosotros no lo entendemos a él. La razón, explican los científicos es porque nuestros cerebros a lo largo de los años han sido expuestos a retos distintos y se han desarrollados para dar solución a diferentes necesidades de nuestra comunidad lo cual tuvo como consecuencia fuertes habilidades en ciertas áreas y debilidades en otras para ambos sexos. Esto hace que en sentido estricto al ser la mujer quien cria a los hijos haya desarrollado más sus capacidades sociales como la empatía y la capacidad de perdonar. La madre escucha el llanto del bebé y lo atiende, no solamente el suyo sino el de las otras mujeres, se hace cargo de los procesos de unidad y buen entendimiento entre la comunidad mientras el varón ha salido a cazar el alimento o al trabajo en la fábrica, en el banco, en el puerto. El hombre tiene la habilidad de mandar sin remordimientos o seguir instrucciones dependiendo de su rango y seguir una orden o una tarea específica, a las mujeres eso de acatar órdenes nos cuesta más trabajo (Sino me creen ¿Por qué piensan que en la Biblia fue Eva la desobediente? Las mitologías dicen mucho sobre nuestro inconsciente social) Las mujeres hemos estado relacionadas con la educación, la crianza, la organización de la comunidad desde tiempos remotos; los hombres con el trabajo en equipo, las jerarquías, el traer el fuego al hogar, el alimento a la comunidad, el desempeño de un tarea asignada por un jefe, luchar por un objetivo y también aunque no nos guste aceptarlo, a imponerse aunque no tenga la razón.
Dicho lo anterior, la mujer tiene más procesos empáticos a nivel cerebral y es capaz de razonar que en un momento dado prefiere seguir sintiendo esa felicidad, aunque ella sabe y puede incluso decidir ser feliz con su pareja aunque no siempre tenga la razón. En cambio los hombres, por sus niveles tan altos de testosterona y su amígdala cerebral es tan grande, definen que es un proceso natural y positivo ser agresivos y representar un efecto de querer siempre tener la razón, aunque eso disminuye su capacidad de potenciar una buena relación. Los hombres han desarrollado la habilidad de imponerse, de defender sus ideas, negocios, rutas comerciales, mujeres y propiedades. El hombre por naturaleza tiende a imponer su razón sobre la de los demás y cerrarse al diálogo porque él históricamente ha ganado poder no por el díalogo sino por la fuerza. Conocer esto genera en las personas una mejor adaptación como sociedad. Ese conocimiento nos permitiría ser más tolerantes y dar una menor elaboración de problemas e incluso una mejor resolución de problemas. Entonces, conocer esto no significa que tenemos excusa para ser irracionales o perdonarlo todo y aguantar que tu pareja se imponga neciamente, sino que es conocimiento que nos ayuda a entender de dónde vienen nuestras conductas, negociar a partir de ellas y disminuir la problemática que podemos llegar a tener; en conclusión el conocimiento sí nos ayuda a tener una mejor calidad de relación de pareja y de vida si ambos aprendremos a perdonar, a soltar pero también a darnos cuenta que cuando somos tercos y no escuchamos a nuestra pareja, no pedimos disculpas a tiempo y no abrimos nuestra mente para darnos cuenta que estamos siendo cerrados y egoístas, podemos desgastar la relación al punto de perder a nuestra pareja.
