POR QUÉ LOS NIÑOS NO DEBERÍAN USAR SMARTPHONES

Vivimos en un mundo donde los niños desde que son bebés parece que nacieron sabiendo manejar a la perfección los smartphones y las tabletas, incluso, se les ha llamado “generación touch” por la facilidad con la que aprenden a utilizar estos dispositivos; sin embargo, estudios revelan que no es adecuado el uso de esta tecnología antes de los dos años y que debe haber restricción de tiempo en el uso los años posteriores, ya que un uso prolongado puede resultar en problemas de salud. A continuación de explico cuáles son.
Diversas asociaciones como la Asociación Japonesa de Pediatría, la Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría han establecido que los bebés de 0 a 2 años no deben tener contacto alguno con la tecnología; mientras que a partir de los 3 hasta los 5 años, debe haber un uso restringido de una hora por día y, a partir de los 6 años hasta los 18 años, el uso puede aumentar a 2 horas por día. Existen 10 razones principales de esta restricción:
1. Desarrollo cerebral de los niños. El uso de los dispositivos puede provocar un crecimiento más rápido del cerebro de los bebés entre los 0 meses y los 2 años; lo cual puede resultar en Déficit de Atención, problemas en las funciones ejecutivas (memoria, atención, motivación, organización, planeación, etc.), retrasos cognitivos, problemas de aprendizaje y problema para controlar la impulsividad.
2. Retraso en el desarrollo general de los niños. Se cree que el uso excesivo de Smartphones y tablets tiene consecuencias en el rendimiento escolar, la capacidad de aprendizaje y la alfabetización.
3. Obesidad infantil. Usar Smartphone y tablets limita el movimiento, los niños se vuelven sedentarios y dejan a un lado otro tipo de acciones que los mantienen activos y que incluso estimulan su imaginación.
4. Alteraciones del sueño infantil. Diversos estudios demuestran que el uso excesivo de dispositivos electrónicos en la noche disminuye la producción de melantonina, hormona reguladora del sueño, por lo que el sueño de los niños se altera.
5. Enfermedades mentales. Algunos estudios demuestran que estas tecnologías en exceso pueden estar relacionadas al aumento de depresión y ansiedad infantil; trastornos de vinculación; psicosis, entre otros problemas de conducta infantil.
6. Conductas agresivas. La exposición a contenidos violentos presentes en juegos puede alterar su conducta, debido a que en las primeras edades de los niños, su característica es imitar todo lo que ven y oyen.
7. Falta de atención. El uso excesivo de las nuevas tecnologías puede influir en problemas para la concentración y la memoria debido a que los contenidos son sumamente rápidos y continuos, por lo que exigen concentración de pocos minutos.
8. Adicción infantil. Uno de cada 11 niños entre 8 a 18 años es adicto a las nuevas tecnologías provocando aislamiento y poca interacción con otras personas.
9. Demasiada radiación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica a los smartphones como un producto riesgo debido a la radiación que emite; sin embargo, hasta el 2016 se implementarán mayores investigaciones para dar a conocer el impacto del uso de estos dispositivos.
10. Sobreexposición. Los niños son un sector más vulnerable, facilitarles el acceso a internet sin vigilancia por parte de los padres, les abre la puerta a posibles abusadores.
El uso de esta tecnología en exceso provoca niños más pasivos, con poca tolerancia a la frustración, con problemas para interactuar con otras personas y mucho menos imaginativos. Debemos enseñarles que vivimos en un mundo de nuevas tecnologías y, si las utilizamos adecuadamente, son una herramienta que potencializa nuestros conocimientos y aprendizaje. Las nuevas tecnologías no sustituyen los juegos con papá y mamá y mucho menos son más divertidas que escuchar un buen cuento en el regazo de los papás.

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Escuela de la Vida
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