¡Tengo una corazonada! Debemos aprender a intuir con el corazón, no solo con el cerebro.
Cierra los ojos y escucha el latido de tu corazón, pon tu mente en él... ¿Sientes el latido? Si la respuesta es sí, esto se llama interocepción, la habilidad de escuchar, detectar y decodificar los mensajes del corazón antes de tomar decisiones.
Escribo este artículo por la gran atracción que siento al pensar que con nuestra intención podemos atravesar los límites de lo impensable. Estas últimas semanas he puesto mi intención en conectarme con mi corazón y agradecerle su trabajo diario e incansable, al hacer esto he empezado a sentir una comunicación extraordinaria con todo. Siento que mi ser se conecta con lo que desea y con las personas que amo de una manera honesta y armoniosa.
El corazón ha sido tomado poco en cuenta en estos últimos años de neurociencias. A penas en 2009 la ciencia empezaba a hablar de la conexión entre mente y corazón. Así es, el cerebro y el corazón trabajan constantemente en equipo, para nuestro bien o para nuestro mal. Veamos...
¿Por qué decimos te amo con todo mi corazón si los científicos afirman que sentimos con el cerebro? ¿Quién tiene la razón? Algunos científicos cometieron el error de quitarle todo el crédito al corazón en relación a las emociones y erróneamente defendieron que este tipo de frases eran únicamente refranes populares sin fundamento ni evidencia científica. ¿Qué cantidad de estas afirmaciones son verdad?
Estudios más recientes de la Universidad de Oxford Inglaterra a cargo del Dr. David Patterson (neurocardiología), demuestran que nuestro corazón está completamente comunicado con el cerebro y de hecho están unidos de forma inseparable. Este hallazgo científico todavía no permea las masas de nuestra sociedad. Aunque todavía no sabemos exactamente lo que esta información implica lo que sí les vamos a decir es que:
- En primer lugar, del 60-75 % de todas las células del corazón son células nerviosas que son precisamente las mismas que en el cerebro, que estas células funcionan exactamente de la misma forma, supervisando y manteniendo el control de los procesos de la totalidad de la mente-cuerpo-cerebro así como conexiones directas sin intermediarios entre el corazón y las estructuras cognitivo emocionales del cerebro.
-En segundo lugar, el corazón es la principal estructura glandular endocrina del cuerpo, Roget descubrió que hay hormonas que se producen en el corazón y que afectan profundamente las operaciones del cuerpo, del cerebro y de la mente.
-En tercer lugar, el corazón produce 2.5 vatios de energía eléctrica en cada pulsación, creando así un campo electromagnético idéntico al campo electromagnético alrededor de la Tierra. El campo electromagnético del corazón rodea el cuerpo hasta una distancia de cinco metros de distancia y genera ondas de energía como la radio y ondas de luz que constituyen la principal fuente de información sobre la cual el cuerpo y el cerebro construyen nuestra red neural y la percepción del mundo.
Los antiguos egipcios veían el corazón como un órgano de la verdad. Y en efecto tenían razón. Se ha comprobado científicamente que el corazón late de manera distinta cuando estamos por tomar una mala decisión y también que el corazón nos indica cuando hicimos lo correcto. El corazón late de manera diferente cuando estamos con alguien que amamos o con alguien que tememos o nos molesta. El corazón nos indica en quién podemos confiar y en quién no. Eso de pregúntale a tu corazón, puede ser no solo una frase "Rosa o cursi" sino un consejo sabio para tomar decisiones asertivas.
De ahora en adelante escuche su corazón antes de cualquier decisión importante pues éste parece ser que es capaz de decirle la verdad sobre que es lo que considera que es correcto o incorrecto.
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Los quiero!
Hasta la próxima!
¡
