Ser o no ser infieles: ¿Decisión ó condición biológica?

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Es tan corto el amor y es tan largo el olvido...
La monogamia no es un invento del ser humano es más bien una estrategia reproductiva de índole biológico. Dentro de las estrategias reproductivas una de las más comunes es la poligamia. Las especies polígamas aseguran con esta estrategia una buena variabilidad y competencia genética, la cual genera una mayor probabilidad de adaptación a diferentes entornos y condiciones ambientales, por otro lado las especies que utilizan la estrategia monogámicas disminuyen notablemente su variabilidad genética pero incrementan la probabilidad de que un macho específico transmita sus genes, aumentando la probabilidad de supervivencia de las crías al incrementar el cuidado parental. Esta estrategia es rara en el reino animal, se estima que sólo el 5% de los mamíferos exhiben algún tipo de comportamiento monógamo aunque a veces este comportamiento es meramente estacional (ósea que dura sólo en la temporada de apareamiento) algunos de esos míticos monógamos son los lobos, los pingüinos, los elefantes, los castores, las nutrias etc. En 1998 se describió la participación de una pequeña hormona llamada vasopresina en la conducta monógama, el estudio se realizó en unos ratoncitos que viven en la pradera norteamericana cuyos especímenes muestran una conducta altamente monógama, mientras que sus primos cercanos los ratones de la montaña presentan una conducta sexual absolutamente promiscua. Estos dos tipos de ratones presentan claras diferencias en su cerebro ,el monógamo ratón de la pradera, tiene altas cantidades de receptores para la hormona vasopresina en una parte del cerebro conocida como el núcleo Acumbens, mientras que su primo el ratón de la montaña prácticamente no tiene receptores para esta hormona. El núcleo Acumbens es el área del cerebro que nos permite sentir placer, prácticamente todo lo que nos produzca placer estimula la actividad de este núcleo, por ejemplo la comida, el helado, los azucares, las grasas, el chocolate, el sexo, la aprobación social, el reconocimiento, el amor y hasta las drogas, de hecho todas las drogas que producen adicción estimulan la actividad del núcleo Acumbens y entre más lo estimulan más adictiva es la sustancia. Estudios de tomografía con emisión de positrones (una técnica que permite observar un cerebro mientras funciona) han mostrado que esta estructura se activa poderosamente cuando a un grupo de personas que afirman estar enamoradas se les muestra la fotografía de la persona amada, en ese momento el Acumbens se prende de manera semejante a cuando comemos algo delicioso o cuando experimentamos gran placer o consumimos alguna droga. En este mismo núcleo cuando se bloquea el efecto de la vasopresina en el cerebro de los ratones monógamos, de inmediato se vuelven promiscuos, por otro lado a través de complejas manipulaciones que incluyeron la modificación de algunos virus para inducir la aparición de receptores de vasopresina en el cerebro de los ratones promiscuos de la montaña, al aparecer los receptores en el cerebro de estos ratones estos se convierten en monógamos.
Lo que seguramente se estarán preguntando es si los seres humanos somos monógamos o polígamos. La respuesta es muy compleja pero podríamos resumir que en los seres humanos nuestro núcleo Acumbens podría tener un rango muy amplio de activación ante la pareja por lo que algunas personas podrían sentirse muy cómodos con una pareja como si fueran un ratón de la pradera o buscar constantemente otras parejas como si fueran ratón de la montaña. Los seres humanos somos semejantes a otros primates que normalmente presentan una conducta polígama, sin embargo, gracias a nuestro extraordinario desarrollo cerebral somos los únicos que se han convertido en monógamos sociales. Esto quiere decir que la monogamia para los seres humanos es una elección, no un mandato biológico, es una decisión que sólo podemos llevar a cabo gracias a nuestro extraordinario desarrollo cerebral, principalmente el de nuestro lóbulo frontal, este es capaz de inhibir nuestra respuesta emocional incluyendo impulsos, ideas, acciones o palabras que evitan que salgamos a buscar a otras parejas debido a un acto de control y voluntad.

ESCUELA DE LA VIDA
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OSCAR GALICIA
Soy Licenciado en Psicología por la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Maestro en Investigación Biomédica en el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM Doctor en Investigación Biomédica en el Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM. Mi área de especialización es en Neurociencias de la Conducta, donde realizo una investigación sobre las bases fisiológicas de la Conducta Agresiva y afectiva, tanto en seres humanos, como en modelos experimentales y animales de laboratorio.